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Melissa Aldana y una vuelta a casa
Con “Back home” completa otro ciclo en Nueva York. Ahora inicia una gira europea, una residencia en Dinamarca y pone en marcha dos inéditos grupos.
El episodio tuvo lugar en la casa familiar del barrio Independencia, donde ella vivió antes de viajar a Estados Unidos, en 2007. Melissa Aldana tendría unos 11 o 12 años, mucho antes ya había sido descubierta como niña prodigio de la música y entonces practicaba duro el saxofón alto, con las referencias de Charlie Parker y Phil Woods. “Pero un día escuché otro sonido y otro enfoque del jazz que había conocido hasta ahí. Era Sonny Rollins al saxo tenor. Entonces me cambié a ese instrumento”, dice en retrospectiva Melissa Aldana desde Nueva York, donde llegó a vivir en 2010, después de estudiar en la escuela bostoniana de Berklee.
Hoy tiene un nuevo disco en su catálogo solista, el cuarto que graba y publica en esa ciudad. Se titula “Back home” y fue editado por el nuevo sello de la chilena, Wommusic. “Es el recuerdo de ese momento clave, cuando escuché a Sonny Rollins por primera vez, fue mi inspiración y un enamoramiento. El disco lo veo como un regreso a esa casa y también como un tributo a este músico histórico”, dice Aldana.
Fue entonces cuando recibió el saxofón Selmer Mark VI, de 1959, que había pertenecido a su abuelo Kiko Aldana, músico de la Orquesta Huambaly. La historia es transgeneracional.
Del trío al sexteto
“Toqué como invitada en el concierto en honor de Sonny Rollins en el teatro Apollo de Harlem, con saxofonistas como Jimmy Heath y James Carter. Toqué una de sus composiciones más populares: ‘St. Thomas’ (1956). Él tiene 85 años y ya no puede tocar, por un problema pulmonar”, dice.
El vínculo de ambos no es casual. Tanto en su disco “Crash Trio” (2014) como en el reciente “Back home”, Melissa Aldana ha tomado como propio el enfoque del saxo en el contexto del trío sin piano, impulsado por Rollins a fines de los 50. Esa geometría instrumental lleva al grupo a una búsqueda por la recuperación de la armonía, suspendida con la exclusión del piano, y acrecienta de paso los roles dentro del trío, que esta vez ella forma con el chileno Pablo Menares (contrabajo) y Jochen Rueckert (batería).
Mientras da clases en el Lincoln Center y en la Juilliard, Melissa Aldana iniciará este verano boreal una larga gira europea, que incluye una residencia en Dinamarca y la puesta en marcha de sus próximos sexteto y cuarteto, para los que ya está escribiendo música. “Cuando comienzo de nuevo, nunca estoy segura hacia dónde van las cosas. Pero esa es la idea cuando estás creando música”, cierra.
Fuente: IÑIGO DÍAZ, Cultura- El Mercurio