Entrevista a María Luisa Merino, ganadora del concurso Mujeres en la Música II

En esta edición, compartimos con ustedes una entrevista realizada a la mezzosoprano ganadora del concurso organizado por el Capítulo Chileno del NMWA y el Departamento de Música de la Universidad de Chile.

Chilena residente en Argentina desde hace ocho años, María Luisa Merino estudió canto lírico en la Universidad Católica y luego viajó a la capital trasandina para perfeccionarse.

En su edición 2016, la mezzosoprano superó a 40 cantantes que participaron en el certamen. Gracias a su destacada presentación, María Luisa obtuvo un premio de $2.000.000, además de la oportunidad de participar en un recital en el National Museum of Women in the Arts de Washington DC el 17 de abril de 2017 y en otros encuentros musicales en importantes escenarios de Chile, como el Teatro del Lago de Frutillar y en la Temporada de Conciertos de la Universidad de Chile.

¿Cómo comenzó tu carrera en el canto lírico?

– Mi carrera en el canto lírico empezó por accidente. Yo siempre canté música popular y jamás tuve una educación ni en mi casa ni en el colegio relacionado al canto lírico. Salí del colegio y como era mi plan, entré a estudiar odontología, al tiempo me di cuenta que realmente lo que quería era dedicarme al canto pero no había cupo en la escuela de canto popular que tenía esta carrera así que entré a un instituto a estudiar lo que había que era canto lírico. Me costó muchísimo porque no tenía la voz desarrollada para eso, pero había algo, dentro de mis características vocales que estaba muy escondido pero llamaba la atención y por eso, aunque no tenía la voz desarrollada siempre quedé en las audiciones. Luego estudié en la Universidad Católica y un par de años después en el Instituto Superior de Artes del Teatro Colón de Buenos Aires. Nunca me fue fácil, pero han pasado 10 años desde que empecé con el canto lírico y a punta de matarme estudiando y de la mano de buenos profesores, he logrado poder descubrir mi voz.

¿Qué ha significado para ti obtener el primer lugar del Concurso Mujeres en la Música II?

– Para mi significa un reconocimiento en mi país, del cual me fui hace 8 años y la posibilidad de poder cantar acá y que me empiecen a conocer en el ambiente lírico chileno. A mí me gustaría volver a Chile y esto puede significar el comienzo de mi retorno al país.

¿Cómo proyectas tu carrera artística en el futuro? ¿Cuáles son tus sueños?

– A mí me gusta cantar, no me importa dónde, yo canto porque es lo que me hace feliz, amo mi profesión y mi sueño es poder realizarla por muchos años más. Donde existan las posibilidades de cantar, ahí quiero estar.

Siempre he ido de menos a más, ahora los sueños son más en grande. Hay roles que sueño con poder cantar como el de Charlotte de Werther, Dalia de Samson et Dalila o La Favorita de Donizetti. Por mientras, para el 2017 participaré en tres óperas en el Teatro Colón de Buenos Aires. Después espero poder internacionalizarme, poder cantar en el Teatro Municipal de Santiago y en otros teatros del mundo.

¿Qué dificultades has experimentado en tu carrera por el hecho de ser mujer?

– Yo soy una mujer con mucho carácter y eso es difícil de llevar no sólo en mi carrera sino que en la vida diaria. La gente no está acostumbrada a que una mujer levante la voz porque algo no le parece bien. Los abusos de poder existen tanto en esta carrera como en otras. Yo no me lo banco y eso a veces a corto plazo me ha perjudicado, pero a la larga si tienes talento y crees en él, tratas de abrirte puertas por otros lados. A mí me ha resultado así.

Ha habido avances importantes en temas género en los últimos años. Desde tu experiencia ¿qué se necesita para lograr la igualdad de oportunidades entre hombre y mujeres en el ámbito artístico?

– Poco a poco la mujer ha ido ganando el lugar que siempre se le fue negado por el hecho de ser mujer, lo mismo pasa en el ámbito artístico, poco a poco se van viendo más mujeres directoras de teatros y de orquestas, roles que tradicionalmente cumplieron los hombres. Creo que lo que se necesita es que más mujeres se atrevan a romper estos esquemas establecidos.