En este artículo revisamos cómo Hollywood está enfrentando el desafío de abrir más espacios para las mujeres, tanto detrás como frente a las cámaras.
En el mes de julio fue estrenado el remake de la cinta de 1984 “Cazafantasmas”. La decisión de que mujeres ocuparan los roles protagónicos levantó una ola de críticas misóginas entre el público y algunos especialistas.
Las destacadas comediantes Kristen Wiig, Melissa McCarthy, Kate McKinnon y Leslie Jones, fueron elegidas para protagonizar la nueva versión de la película que narra las aventuras de un equipo dedicado a atrapar fantasmas.
Sin embargo, lo que prometía ser una comedia liviana para pasar el verano, se convirtió en un asunto de debate público. El tráiler de la película, publicado en marzo de 2016, tuvo casi un millón de “no me gusta” en YouTube y tanto a al director Paul Feig como al elenco les han llovido amenazas de muerte y comentarios misóginos en las redes sociales.
“Estoy frustrado porque conozco a muchas mujeres talentosas que no consiguen destacarse como deberían, que parecen estar siempre relegadas a papeles secundarios”, dijo Paul Feig a la prensa.
Para él, es hora de que Hollywood cambie la forma en que representa a las mujeres en el cine. “Quería un súper grupo de comediantes. Yo trabajo con mujeres comediantes y parecía la decisión correcta”, comentó, definiendo a las cuatro actrices como “las personas más divertidas de hoy en día”. “Pero al mismo tiempo me gustaba la idea de que una nueva generación tenga estos nuevos héroes. Me gusta que las niñas tengan tantas heroínas como los niños”, agregó.
La nueva versión de “Cazafantansmas” pareciera ser parte de una tendencia en la que Hollywood está tratando de encontrar maneras creativas de exhibir a mujeres en papeles prominentes.
Según se ha informado, Sandra Bullock -protagonista del film espacial “Gravity” que recaudó $723 millones de dólares en la taquilla mundial en 2013- estaría lista para liderar el elenco de una nueva versión de la película “Ocean’s Eleven”, cuyo reparto también incluirá a Cate Blanchett, Mindy Kaling y Helena Bonham-Carter.
Se especula, asimismo, que la próxima película de la saga del Agente 007 podría ser protagonizada por una mujer. Una de las que se candidatea es Gillian Anderson, la protagonista de Los archivos secretos X.
Más allá de los espacios de visibilidad en la industria del cine, está el tema de la disparidad de sueldos. Robin Wright, actriz y protagonista de la serie de Netflix, House of Cards, explicó públicamente que se vio obligada a dar una especie de ultimátum a los responsables de la serie exigiendo el mismo sueldo que Kevin Spacey. Ella lo logró.
Wright es la última de las actrices que han hablado sobre la brecha salarial de género que existe en Hollywood, uniéndose a Patricia Arquette, Jennifer Lawrence, Meryl Streep, entre otras. En octubre de 2015, la Comisión de Igualdad de Oportunidades de los Estados Unidos inició una investigación sobre la discriminación de género en la industria.
Las cifras de la desigualdad
La Escuela Annenberg de Comunicación y Periodismo de la Universidad de California realizó el estudio “La desigualdad en las 700 películas más populares: examinando las representaciones de género, raza y estado LGBT de 2007 a 2014“. Los resultados muestran lo lejos que aún está Hollywod en temas de equidad de género.
Solamente el 30,2% de los 30.835 personajes hablantes evaluados eran mujeres en las 700 películas más taquilleras de 2007-2014. Solo 21 de las 100 películas más taquilleras de 2014 incluyó una protagonista femenina o una co-protagonista de igual peso. En 2014, ninguna actriz de más de 45 años tuvo un papel principal o co-protagónico. De las 100 películas más taquilleras en 2014, solo 2 de fueron dirigidas por mujeres. Las cifras de productoras y guionistas también son muy bajas.
Hollywood es una industria poderosa mundialmente, que no solo mueve millones de dólares, sino que tiene la capacidad de crear imaginarios colectivos y referentes públicos. Lo importante es que el debate ya fue instalado y que el tema de la equidad de género y la lucha contra la misoginia no desaparecerá de la agenda pública tan fácilmente.