Las mujeres del Bauhaus que cambiaron la historia del diseño

Se formaron, enseñaron y dejaron un legado en la historia de la estética contemporánea, pero pocos las recuerdan. Esta es “la otra historia” del movimiento Bauhaus.

Hace casi un centenar de años, Walter Gropius creó la escuela artística de Staatliche Bauhaus (Casa de Construcción Estatal) en Alemania con el propósito de formar una institución que acogiera arte, diseño y arquitectura. Lo que Gropius no se imaginaba era que su escuela terminaría convirtiéndose en un referente moderno del siglo XX. Revolucionó el panorama creativo en el periodo de entreguerras y estableció nuevos patrones de pensamiento que se alejaron de las corrientes convencionales del momento.

Como señalan en la revista Artspace, la Bauhaus se definía como un organismo inclusivo al que podía acceder “cualquier persona de buena reputación sin importar su edad ni su sexo”. Fue el primer espacio artístico donde las mujeres tuvieron ocasión para iniciar sus estudios y habilidades libremente fuera del hogar. Al menos esa era la teoría. Sus doctrinas siguen impartiéndose y recordándose en las mejores escuelas de diseño pero pocos son los nombres femeninos que se recuerdan de entonces. Ellas estuvieron, se formaron y dejaron un legado magnífico en la historia de la estética contemporánea pero nadie las recuerda.

Como en la mayoría del panorama artístico, las mujeres han sido olvidadas y pasan a un segundo -o tercer- plano en el que hay que ahondar muy profundo para conocerlas. En cambio iconos como Paul Klee, László Moholy-Nagy, Kandinsky y Ludwig Mies van der Rohe sí pasaron a la historia y se puede encontrar su nombre en cualquier libro de arte.

En la famosa escuela había divisiones de asignaturas por géneros. Gropius lo tenía claro: la arquitectura, la escultura y la pintura eran propias de los hombres o del “sexo fuerte” mientras que, las temáticas que no se consideraban tan físicas eran roles de mujeres o del “bello sexo”. A juicio del arquitecto la razón residía en que las mujeres sólo estaban capacitadas para pensar en dos dimensiones mientras que, los hombres, eran capaces de hacerlo incluso en tres.

Aún así hubo mujeres que desafiaron las reglas y que, a día de hoy, aparecen -aunque tímidamente- en Internet por su excelente trabajo vanguardista y cosmopolita. Lilly Reich fue una de ellas. Empezó su carrera con diseño industrial y de moda e incluso trabajó y colaboró como diseñadora y arquitecta junto al segundo director de la escuela, Mies van der Rohe. Junto a él desarrolló proyectos para la exposición Deutscher Werkbund, la Semana de la Moda de Berlín o la Exposición Internacional de Barcelona del año 1929. No obstante, dos de sus más emblemáticos trabajos fueron la casa Tugendhat y la casa Lange. Además, por si fuera poco, en 1932 se convirtió en directora del Departamento de Diseño de Interior de la Bauhaus.

Los invitamos a conocer los nombres de otras mujeres que dejaron su huella en la Escuela Bauhaus