María Irene Alcalde: “El arte es capaz de unir pensamientos y emociones”

Licenciada en Historia del Arte con mención en Conservación y Restauración de Bienes Culturales, María Irene Alcalde ha dedicado gran parte de su carrera a promover el arte contemporáneo. Durante los últimos meses, realizó la curatoría de las obras chilenas para la edición internacional de “Women To Watch”, proceso que culminó con “Cornisa Palacio Vergara” de Paola Podestá, como la pieza seleccionada por el equipo curatorial del NMWA de Washington D.C. para representar a Chile en la muestra colectiva “Paper Routes” a desarrollarse en  junio.

Hoy, su tarea principal es coordinar la edición chilena del programa –que se realiza por segunda vez en nuestro país-, que fue denominada “Libre de Ácido”, exposición en la que participarán 11 artistas de distintas generaciones, que trabajaron complejas obras de arte en papel, como elemento central de la muestra y con el que la curadora asegura tener afinidad, especialmente por “la liviandad, la transparencia, la accesibilidad, la elegancia del material”.

¿Cuál fue tu camino para transfórmate en curadora? ¿Tuviste algún mentor?

Me ha costado asumirme como curadora porque nunca me lo planteé como meta, me formé como historiadora en arte y adquirí más conocimientos a través del cuidado de la colección del MAVI. Yo estudié tardíamente, tuve compañeros de la edad de mis hijos, ahí conocí a Soledad Novoa, quien además de dirigir mi tesis de grado y de ser una amiga, ha sido mi referente.

¿Cómo evalúas las instancias locales destinadas a visibilizar el trabajo de artistas emergentes?

En este momento existen bastantes instancias para dar a conocer a artistas jóvenes, definiendo “bastantes” dentro del contexto nacional. Concursos y residencias más que nada, que buscan potenciar a los artistas sub-35. El MAVI tiene el Premio MAVI Arte Joven, que funciona hace 14 años y por donde han pasado gran cantidad de artistas que hoy se destacan en el medio nacional.

¿Cómo evalúas los formatos que utilizan las artistas jóvenes?

Es difícil determinar eso, la nueva generación suele seleccionar materialidades y técnicas que se adapten para comunicar sus ideas: desde materiales de deshecho hasta técnicas audiovisuales y nuevas tecnologías.

En el contexto socio político actual ¿Cuál es el valor del arte?

El arte puede aunar pensamientos y emociones, es un instrumento que permite crear identidad. En el barrio donde se encuentra el museo, desde el GAM hasta Lastarria, los muros se han convertido en superficies donde las personas expresan sus emociones desde rabia e incomprensión, hasta poesía y tolerancia.

Han surgido muchísimas demostraciones del malestar social que podría ser denominado como arte callejero. Los muros van cambiando todos los días, van narrando heridas, deseos y frustraciones. Hay pequeños poemas, comics y caricaturas, una increíble reinterpretación del Guernica de Picasso.

Cuando camino por ahí todos los días, me siento acompañada por todos esos muros que hablan tan claramente.  A partir de esa información, es posible extrapolar un sinnúmero de necesidades que con comunicadas a través del arte.

¿Cree que el mundo del arte camina hacia la igualdad de géneros? ¿Cómo están enfrentando este tema en el MAVI?

Un 38,5% de la colección del MAVI ha sido realizada por mujeres porque se inició en los 60. El porcentaje es muy alto respecto de otros museos como el MAC y el MNBA. El acortamiento de la brecha se aprecia claramente en las últimas décadas: el último Premio MAVI por ejemplo, tuvo una participación levemente mayor de mujeres que de hombres, con 52% del total. En todo caso, lo importante es la calidad de los artistas y en Chile hombres y mujeres están trabajando seriamente. Nuestra programación no considera el sexo ni el género al elegir expositores. 

¿Cómo fue la experiencia de trabajar con el NMWA en e “Women to Watch”?

Siempre he sentido afinidad con la materialidad del papel. Me gusta su liviandad,  transparencia, accesibilidad y elegancia entre otras cosas. Me conmueve esa dicotomía entre la fragilidad y la fortaleza del papel.

La experiencia ha sido nutritiva y grata, acompañada de las personas que conforman Women to Watch Chile, con quienes ha sido muy agradable trabajar. Ellos y ellas han confiado en mi trabajo, me han apoyado y han sido sumamente profesionales.