Museo de Arte Contemporáneo reivindica la historia de las mujeres chilenas en la escultura

A través de una revisión digital, el Museo busca difundir el trabajo de 30 exponentes nacionales. Posteriormente, la selección dará vida a una muestra que se inaugurará de forma física.

El Museo de Arte Contemporáneo (MAC), entidad dependiente de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, es una de las tantas organizaciones culturales que ha debido adaptarse a las nuevas circunstancias generadas producto del coronavirus. En ese camino, por ejemplo, debió fortalecer sus plataformas digitales y adaptar, al formato virtual, la programación contemplada para este año.

De esa forma, el Museo comenzó a promover, por medio de sus redes sociales, la exhibición Colección MAC: Mujeres chilenas en la escultura. La muestra, que será inaugurada de forma física una vez superada la crisis sanitaria, repasa el trabajo de 30 artistas nacionales, entre ellas, Juana Müller, Lily Garafulic, Marta Colvin y Wilma Hanning.

La exhibición nació luego de un análisis de la colección del Museo, proceso que constató que sólo el 25 por ciento del acervo institucional está compuesto por artistas mujeres. Así, gracias a ese estudio, la entidad decidió relevar el trabajo de las exponentes femeninas, apuntando a la tridimensionalidad de sus obras.

“El 25 por ciento, no es una cifra para sentirse muy orgulloso. Así que quisimos apuntar a que los proyectos de la colección apuntaran a conocer la obra de estas artistas. Ahora, por lo general las obras tridimensionales no son muy numerosas, entonces nos pareció muy interesante abordar la escultura, pero en el amplio espectro, es decir, abordando la expansión de la escultura”, comentó Pamela Navarro, encargada de colección del Museo.

“Por lo mismo, no todas las artistas que están involucradas son escultoras en cuanto a su formación disciplinar. Algunas son artistas que trabajan con la espacialidad”, explicó la investigadora.

La exhibición Colección MAC: Mujeres chilenas en la escultura permite vislumbrar las diferentes etapas del arte tridimensional, dando cuenta de variadas propuestas. En ese recorrido, los materiales también son diversos y revelan obras creadas en bronce, piedras, mármol, cuerdas, madera y terracota, entre otros.

“Durante estos últimos años han ingresado a la colección numerosas obras tridimensionales que son complejas y que a veces contemplan diversas piezas. Hay artistas que fueron formadas en la escuela de Bellas Artes en los años 30, hasta artistas que están produciendo en la actualidad. El último ingreso me parece que es de 2019”, sostuvo la especialista.

En esa línea, la exhibición también es un reflejo de múltiples movimientos estéticos: “las obras más tempranas todavía persiguen temas clásicos, como de la representatividad de la figura humana. Mientras, las obras posteriores, de la década del 60-70, empiezan a vincularse mucho más con el contexto, hablando más de lo que está afuera del artista. Hay mucha vinculación con lo social y lo político. En los ‘90, el artista trabaja mucho con las exploraciones personales, es decir, con cuestionamientos e investigaciones propias de cada artista”, señaló Navarro.

Por medio de este trabajo, el Museo busca anticipar lo que será su labor durante los próximos meses. En este trabajo también destaca una exhibición dedicada a la fotografía, proceso que igualmente será adelantado, por medio de las plataformas virtuales de la institución. El motor central es procurar una revisión del acervo, a través de una mirada que permita colocar en valor el trabajo de las distintas artistas nacionales.

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