Alice Guy-Blaché, la primera mujer cineasta

Alice es reconocida como la primera mujer en crear cortos de cine mudo desde 1896. No obstante, su carrera sigue siendo casi invisible para la historia del cine mundial. Parte de su infancia la pasó en Chile.

“Para mí no hay duda de que el éxito de las mujeres en muchos ámbitos todavía es muy difícil debido a los fuerte prejuicios que existen cuando una mujer realiza un trabajo que ha sido hecho sólo por hombres durante cientos de años”, escribió la cineasta Alice Guy- Blaché en un artículo de 1914 para Moving Picture World. Añade que “no hay nada relacionado con la puesta en escena de una película que una mujer no puede hacer tan fácilmente como un hombre, y no hay razón por la que no pueda dominar completamente todos los aspectos técnicos del arte”.

Más de un siglo después, todavía existe una gran falta de apoyo a las mujeres en la dirección, escritura y producción del cine. Guy-Blaché es reconocida como la primera mujer cineasta, habiendo realizado alrededor de mil películas. Apenas 100 de ellas sobreviven, e incluso antes de su muerte en 1968, ella pudo ver como su legado se desvanecía. Incapaz de encontrar sus películas en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, o de conseguir trabajo después de su divorcio de Herbert Blaché (quien recibió erróneamente el crédito de algunas de sus películas) su carrera artística terminó efectivamente a fines de la década del 20. Ni siquiera recibir el Premio Légion d’Honneur de Francia en 1953 revivió su reputación.

Hoy, expertos aseguran que su nombre debe ser situado junto al de reconocidos cineastas como Georges Méliès y Auguste y Louis Lumière. De acuerdo a recientes investigaciones, Alice fue la primera en dirigir una película de ficción.

Guy-Blaché también estuvo presente en la primera proyección de cine que realizaron los hermanos Lumière en París, y se convirtió en una de las primeras en hacer cine argumental, ocupar efectos especiales y sincronizar audio e imagen. Todo eso, antes de 1906.

Un elemento interesante de su biografía es que la cineasta pasó su infancia entre Francia y Chile. En nuestro país, su madre vivió su embarazo y luego regresó cuando tenía cuatro años. Su padre era dueño de una cadena de librerías en Santiago y Valparaíso. “Ella vivió ahí su niñez, rodeada de libros. Se formó, en parte, en Chile”, dice Jarik van Sluijs, director creativo, quien trabaja en Los Angeles, California.

Los invitamos a leer el artículo completo del Allison Meier publicado en el medio digital estadounidense Hyperallergic, en donde podrán revisar además algunos de los cortometrajes de la cineasta.